martes, 3 de noviembre de 2009

Hagamos un trato


Entiendo que no puedo llegar y decirte -Hola, dos puntos pe-. Sé que si tú me dices que me quieres yo no te podría contestar Ay, dos puntos tres! Yo también.

No lo hago porque comprendo que se te haría raro y porque soy muy buena persona, lo juro. Sé que no te gusta que te hable de cosas modernas (como tú les dices), sin importar que sí las entiendas. Ahora, ¿Porqué tienes que hablarme tú del matrimonio? E incluso hacer un énfasis infinito cuando dices: desposorio.

Yo no entiendo esas cosas del matrimonio. Lo odio, no sé si quisiera casarme, no tengo buenas experiencias respecto a ello. Lo siento abuelita, dos puntos ese. Mejor propongo un trato: comprendamos nuestras terribles situaciones.

*Este post tiene dedicación especial a mi abuelita, quien es mi fan número uno.