
Uno puedo decir siempre cosas, sentir muchas otras. Podemos creer que somos sinceros, con nosotros, con los demás. No percatamos nunca el engaño que está presente en cada parte de nuestro ser. ¿Por qué no podemos ser sinceros ni siquiera con nosotros mismos?
Muchos creen en algo desde el principio. Pero tú y Yo necesitamos mucho más que un principio para que ese algo nos parezca creíble.
Hace casi dieciocho te vi por primera vez. Tengo diecisiete años de reconocer tu voz y tus risas, aún estando a una lejana distancia. Dieciséis años de sentir tus brazos alrededor de mi ser. Quince de los dieciocho que tengo, de conocer tus gustos, tus debilidades, tus miedos y sobre todo: tus sueños. Dieciocho años de saber que es lo que dirás tan sólo con mirar en tus ojos. Dieciocho años ya, sabiendo cuál es el sabor de cada uno de tus abrazos...
Ya son dieciséis años que no despierto sobre tu pecho. Hace doce no sabía porque querías separarme tanto de ti. Tengo once años de comprender el porqué de mis ahora, antiguos llantos. Hace ocho años recibía todo de ti, y a la vez yo te daba todo de mí. Seguía y hacía lo que desearas, para que tú te sintieras bien.
Ya eran casi seis años de perseguir tus sueños, dejando completamente a un lado mis creencias.
Ahora mis oídos sólo desbordan consejos de mujer a mujer que no me sirven para nada. De verdad, tantos años de conocerte, de saberte y ahora tú...
Muchos creen en algo desde el principio. Pero tú y Yo necesitamos mucho más que un principio para que ese algo nos parezca creíble.
Hace casi dieciocho te vi por primera vez. Tengo diecisiete años de reconocer tu voz y tus risas, aún estando a una lejana distancia. Dieciséis años de sentir tus brazos alrededor de mi ser. Quince de los dieciocho que tengo, de conocer tus gustos, tus debilidades, tus miedos y sobre todo: tus sueños. Dieciocho años de saber que es lo que dirás tan sólo con mirar en tus ojos. Dieciocho años ya, sabiendo cuál es el sabor de cada uno de tus abrazos...
Ya son dieciséis años que no despierto sobre tu pecho. Hace doce no sabía porque querías separarme tanto de ti. Tengo once años de comprender el porqué de mis ahora, antiguos llantos. Hace ocho años recibía todo de ti, y a la vez yo te daba todo de mí. Seguía y hacía lo que desearas, para que tú te sintieras bien.
Ya eran casi seis años de perseguir tus sueños, dejando completamente a un lado mis creencias.
Ahora mis oídos sólo desbordan consejos de mujer a mujer que no me sirven para nada. De verdad, tantos años de conocerte, de saberte y ahora tú...
Mujer, te vas.
¿Por qué ya no te reconozco?
¿Por qué ya no te reconozco?
22 comentarios:
No entendí por qué la enorme cantidad de palabras en negritas... ¿es como un código?
¿Hay premios por descifrarlo?
Sólo significan mi tono de voz mientras lo redacté.
Así que yo hablo también en negritas.
Imagino un poco lo que deberías estar sintiendo. Sólo puedo decirte (aunque yo no sea la persona más adecuada para hacerlo) que todo es para bien (algo que aprendí a la mala).
A veces tarda, pero siempre es para bien.
Saludos, casiopeíta.
Ah. Como que me dio nostalgia.
Creo que era el punto, ¿no?
Es dificil no mentirnos.
Me gusto.
Hablas de tu mama o de ti ??..
No entendi mucho pero me gusto tu forma de escribirlo, senti las variaciones de voz mientras leia ^^
Saluudoos
♥
Tumeromole: Gracias y saludos también.
La Alicia:
Ni siquiera yo sé cual era el punto. Sin embargo cualquier reacción es buena :)
Leslo:
Lo peor es que nos engañamos al creer que no lo hacemos.
Alejandra:
Hablo de mi y de mi mamá.
Qué bueno que sentiste las variaciones jeje.
a webo a webo yo sabía que era de tu mamá, hasta hice apuesta mental.
¿eres tú esa mujer? es la pregunta que viene a la mente. ¿o es otra mujer que vivió cerca de ti?
nos iremos leyendo
Cierto, perdirle que se quedase por mi es puro egoismo. Por eso no se lo dije, aunque no pudiese evitar fantasear con intentarlo a la desesperada.
Yo tambien utilizo a veces las negritas, y creo que en tu texto enfatizan bien un escrito tan pasional.
saludos!
Entiendo que hablas de tu madre... pero... el final... ese "mujer, te vas"... me despista. ¿Problemas, distanciamientos, tal vez?
Besos.
uii..me dieron tantas ganas de abrazarte,me dio nostalgia lo qe leeï,Te qiero mucho..Montse
anonimo soi yo..Fer
Yo también detesto extrañar y las despedidas me resultan un tanto amargas a veces, pero hay que cerrar ciclos. Aunque hay otros que se cierran poquito y con el paso del tiempo vuelven a abrirse.
Muchas gracias por los ánimos y te dejo muchos besos, cariño.
Al final sobri, nos quedamos contigo los que te queremos,valoramos y no sólo eso te AMAMOS. Pidele a Dios que te de la sabiduría necesaria para sobrellevar el momento. Y no es que no te quiera, persigue un sueño que con los años ha deseado y no se le ha hecho realidad. Lamentablemente es muy ciega para recocer que lo consiguió hace casi 18 años.Porque eres una chica excelente.Pero pide también por esa mujer.
no se porque, pero me gusto... nice
creo saber lo que dices
o alga mia
pero asi pasa
y aveces asi tiene que ser
te amo
tu blo' esta muy chido felicidades,
pocas veces me quedo leyendo blogs con choros largos
muy bueno escrito... me encanto tu blog.....
un abrazo!!!
Qué triste.
Es uno de mis miedos mas grandes... sentir esa soledad después de tanta entrega. Me conmovió.
Dejo mis saludos, espero verla por mi sitio
Deberías leerselo (a ella).
Está bellísimo.
que interesante tu texto.
sinceramente las palabras que remarcaste me hicieron ponerle mayor atención y poderlas pensar.
es verdad que hay veces que nos engañamos a nostros mismos sin saber que en verdad lo hacemos.
Publicar un comentario