lunes, 18 de enero de 2010

El espíritu de ligereza



Nunca ha sido más bella y vibrante que cuando se le descubre con los ojos de la juventud. Mejor que los míos, sus ojos: se interesan en todo. Un ritual. Un pequeño placer. Ahora, un poco de soberbia. Un mensaje de seducción. Mareada de romanticismo. Transforma una mirada apagada en otra misteriosa. Unos labios apagados en otros intensos.

Bien, trato de hacer un experimento. Hace minutos leí en twitter algo que preguntó N. Decía así: Me gustaría poder experimentar cómo lee alguien más un texto que he leído. ¿Qué ve, qué siente, qué piensa?

Quiero creer que no pasa lo mismo por nuestras mentes al leer el primer párrafo. Tal vez sensual y hasta frívolo. Pienso que se presta a interpretaciones diversas y que cada persona lo transforma y lo adapta a su propia personalidad. Es decir, se amolda a su propio humor, a su estado de ánimo, a las emociones del momento.

Se podría pensar en una mujer joven, vista desde los ojos de un hombre, el hombre que la ama quizá y que la describe de una manera espléndida. Antojable. El papel de este hombre lo podría llevar a cabo una mujer tal vez.

Tal vez se piense, "mareada de romanticismo", qué está pasando con esa mujer. No lo sé. Puede que sea una campaña para anunciar una marca de cosméticos conocida. Puede. Tal vez sería conveniente intentarlo con un texto más constructivo. Es interesante ver una infinidad de mundos superpuestos que conviven en aparente armonía pero cada uno es individual y diferente a los demás. Encantador.


11 comentarios:

Hermes dijo...

seria una forma perversa de ver la vida.... pero como nos gusta que lo hagan con nosotros, y vean y oigan y sientan como nosotros... tal vez eso es amor... tk care, baee

Anónimo dijo...

quE pedo con tu vida?

Dr. Dulcamara dijo...

Oh Sí, yo también leí ese twitt de N. y confieso que he estaod pensando al respecto.

Saludos

Espérame en Siberia dijo...

Oye, ¿entonces por qué carrera te has decidido?

Sé que es de mala educación no comentarte en la entrada correspondiente, pero me come el morbo.

Muá.

Unknown dijo...

Elegí derecho

[MnS] dijo...

"Antojable", qué bonita palabra.

La Alicia dijo...

Yo pensé en dos niñas. Una pensando tu texto acerca de la otra...

Adivinaste.

Anónimo dijo...
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Don Rul dijo...

El experimento es muy bueno y el tema da para mucho. Es insoslayable que los textos existen sólo cuando se leen. Es en los ojos del lector donde nacen, hasta entonces todo lo que hizo el escritor fue empollar un embrión. Para que se dé la magia, debe existir complicidad y capacidad entre ambos. Fenómeno, poco frecuente, por cierto.

Vergónides de Coock dijo...

Reflexión precisa aunque un poco desordenada. Suerte.

Pelo dijo...

Que no te echen a perder en la universidad, mija.